Recriminamos en el Pleno al Alcalde el incumplimiento de sus obligaciones y... salió por peteneras

Como sabrán, el Grupo de Gobierno trajo por urgencia al Pleno de la semana pasada una propuesta para invertir casi 300.000 euros del Plan Zapatero en la instalación de contenedores de basura soterrados en varios puntos del municipio. Hasta ahí bien, los socialistas votamos a favor de la propuesta por considerarla positiva en líneas generales, pero manifestamos nuestra protesta al Alcalde porque la presentación de este proyecto sin que mediara reunión previa de portavoces para analizar su idoneidad suponía el incumplimiento de un acuerdo plenario anterior. Concretamente, en el Pleno de octubre, se aprobó por unanimidad una moción del Partido Socialista que proponía el siguiente acuerdo: “Que a la mayor brevedad posible se convoque a los portavoces de los Grupos Municipales para establecer un plan de trabajo conjunto que permita identificar y seleccionar consensuadamente los proyectos que habrán de beneficiarse del Fondo Estatal para el Empleo y la Sostenibilidad Local”

Cuando Dominica Fernández hizo mención a ese incumplimiento del acuerdo del Pleno, el alcalde sorprendió a propios y extraños con un descabellado argumento producto de un proceso mental digno de estudio.

Vino nuestro alcalde a afirmar, sin el menor atisbo de sonrojo, que no le compete a él convocar a los portavoces ni preocuparse porque alguien lo haga ni mucho menos velar por el cumplimiento del mandato plenario, puesto que (atención) dicho acuerdo alude a los portavoces municipales y él no es portavoz de su grupo. (Esto lo dice el Alcalde-Presidente de la Corporación Municipal).

Comentario: Hay ciertas cuestiones que son de sentido común, pero cuando este falla hay que recordar lo que dice la Ley. En este caso es de aplicación el Reglamento de Organización, Funcionamiento y Régimen Jurídico de las Entidades Locales (R.D. 2568/1986, de 28 de noviembre), el mismo que presumen conocer mejor que los socialistas, y que recoge lo siguiente:

Artículo 41: El Alcalde preside la Corporación y ostenta las siguientes atribuciones:

(…)

4. Convocar y presidir las sesiones del Pleno, de la Comisión de Gobierno y de cualesquiera otros órganos municipales, así como decidir los empates con voto de calidad.

(…)

25. Publicar, ejecutar y hacer cumplir los acuerdos del Ayuntamiento.

(...)

Y como comprenderán, también existe en el mismo reglamento un artículo, el 6, que aclara que los alcaldes, incluido el de Santa Brígida, también están obligados al cumplimiento estricto de los deberes y obligaciones inherentes a su cargo.

Con actuaciones como esta, el Alcalde deja claro cuál es su grado de compromiso con la participación ciudadana y cuál es la relación que pretende mantener con la oposición. Nosotros lo hemos intentado, pero ya estamos convencidos de que ciertas actitudes no van a cambiar, y la soberbia y la ineficacia seguirán siendo la señal de identidad de esta legislatura en Santa Brígida. Hasta que los vecinos vuelvan a tener la oportunidad de cambiar las cosas, pero eso será en 2011.