Anoche coincidimos en el antiguo cine varios militantes del PSOE que también pertenecemos a diferentes colectivos y asociaciones del municipio para ver de qué iba la reunión que convocaba el Gobierno de Canarias y el Ayuntamiento de Santa Brígida con relación al Plan Canario de Participación Ciudadana. Acudimos con verdadero interés, esperando que el acto fuera participativo y útil. Nada más lejos de la realidad.
La mesa de la reunión estaba compuesta por Martín el concejal, un Director General del Gobierno de Canarias responsable del área de participación ciudadana y su Jefa de Servicio.
Hasta ahí todo normal, lo preocupante fue comprobar que se convocó a los colectivos para una reunión con una temática y se nos recibió con una cartelería y un mensaje distinto, relacionado con el Estatuto de Autonomía de Canarias. Causó mucho estupor una encuesta que se entregó a todos los asistentes, en la que entre otras cosas se nos preguntaba cuál era el mejor Estatuto de Autonomía (sin incluir entre las posibles respuestas el de Canarias, a saber por qué culinario motivo), preguntaban también cuál era nuestra opinión sobre las medidas del gobierno de Canarias en cuanto a participación ciudadana (de las cinco posibles respuestas sólo una era negativa, llegando las otras cuatro a la hipérbole de permitirnos optar entre el sobresaliente y la matrícula de honor).
Dejando de lado la utilización cutre de un acto para vender una moto diferente a la anunciada (primera falta de respeto), lo más llamativo fue comprobar el escaso interés que tenían en fomentar la participación de los allí presentes. El acto comenzó con media hora de retraso (otra falta de respeto) y al poco, el Director General salió corriendo del acto nada más terminar su breve exposición (van tres). Para rematar el despropósito, la Jefa de Servicio nos obsequió con unos infatiles ejemplos de participación ciudadana (básicamente vino a decir que el alcalde podrá preguntar a la ciudadanía por el color de los bancos del parque, pero que al final los pintará como él quiera). Eso sí, nos dejó claro que podíamos mirar en internet un texto que habían colgado y que ya nos adelantaba que no tenía nada que ver con lo que va a quedar definitivamente plasmado. También explicó que una primera medida para fomentar las participación ciudadana podría ser la concesión de subvenciones a las asociaciones. Sólo le faltó añadir que justo antes de las elecciones organizarán un asadero en la cumbre con música floclórica y banderitas para que todas las asociaciones compartan una jornada de participación y recuerden quién les dió las perritas.
En definitiva, alguien debería haberle contado a esta gente que la participación ciudadana se fomenta acercándose a los colectivos y vecinos en general, preguntando sobre los temas que les puedan interesar, escuchando sus aportaciones, aceptando propuestas, en definitiva, respetando al ciudadano y haciéndole sentir y comprobar que su opinión cuenta y es valorada. En lugar de eso, en Santa Brígida tenemos un grupo de gobierno que acusa a las asociaciones de estar politizadas cuando éstas plantean cuestiones que no son de su agrado. Tenemos también unos concejales que no se muerden la lengua a la hora de utilizar un medio público de comunicación municipal para poner tibios a los representantes de las asociaciones que tratan de hacer oir su voz en los temas que les afectan o preocupan. Un grupo de gobierno capaz de ignorar y desacreditar cualquier observación de la ciudadanía que tenga algo que ver con un edificio llamado Centro Comercial.
PD: La responsable de incentivar la participación ciudadana en Canarias no fue capaz de obtener una sola intervención de los asistentes en el turno de preguntas al que nos "invitó". A esas alturas todos los presentes tenían claro que no valía la pena gastar tiempo en hablar con aquella pared.
