Viene esta reflexión a colación de las palabras de Juan Fernando López Aguilar, quien el pasado jueves en el Club Prensa Canaria, en turno de debate con el público asistente e inquirido sobre alguno de los casos de corrupción que nos alarman y que se diluyen en la maraña judicial declaró que: "Tal vez sus conductas nunca serán consideradas como delito, pero no necesito que ningún juez me diga lo que es decente ni ético en política".
Eso lo podemos aplicar también al modo de proceder del Partido Popular de Santa Brígida y de su líder omnímodo Lucas Bravo de Laguna. Además de humillar a la ciudadanía con su forma de entender la gestión pública, basándola en relaciones de poder-sumisión en lugar de colaboración-participación, ahora además nos hace pasar vergüenza ajena a los satauteños con sus inmaduras reacciones frente a los problemas internos que sufre su partido, ilustradas en el último y grotesco episodio de los aparcamientos de la calle Ciprián de Torres, metáfora de una forma de entender el poder, propia de un dictador de pandereta.
En cualquier caso, esto no deja de ser una anécdota casposa y cutre de nuestro alcalde que no merecería mayor comentario, pero que ilustra el estado de hastío y náusea que a muchos nos provoca su comportamiento.
Lo que políticamente nos parece más grave es lo que ha sucedido con las inversiones del Plan Zapatero, dos millones y pico de euros de inversión estatal que llegan a Santa Brígida y que se van a dilapidar en proyectos mediocres, que si bien tienen una función y una utilidad y que mejorarán la vida de los ciudadanos, no es menos cierto que, al aprobarlos se cierra la puerta a otras inversiones más urgentes, ambiciosas y necesarias para el correcto desarrollo y planificación de nuestro municipio, como las que propusimos los socialistas.
Tan grave como el fondo han sido las formas, que destapan un trasfondo muy oscuro en las convicciones democráticas de Lucas Bravo. Recordemos que el Alcalde primero se saltó un acuerdo plenario que obligaba a negociar con los grupos políticos los destinos de la inversión del FEILE. Los socialistas pretendíamos con esa negociación abrir la puerta a la participación del pueblo, con el aporte de sus ideas y necesidades, tropezándonos con la hipocresía de un grupo de gobierno que apoyó la moción socialista a sabiendas de que no iba a respetarla. Tan sólo una vez que pusimos el grito en el cielo accedió el Alcalde a regañadientes y casi fuera de plazo a convocar una reunión-paripé en la que nos informaron que ya tenían "gastados" poco más de dos millones de euros de los asignados y que les sobraban apenas 40.000, por si se nos ocurría algo que hacer con ellos.
La guinda la dan este viernes convocando por la tarde un pleno extraordinario y urgente para las 8h30 del lunes, con un evidente ánimo de obstaculizar la labor de oposición (recuerden que todos los concejales del PSOE y CC tienen sus obligaciones laborales privadas que han de cumplir) y con intención de exprimir la normativa de convocatoria de Plenos con el fin de limitar al máximo los derechos que asisten a la Oposición, (que en este caso creemos que no se han respetado).
Como dijo Juan Fernando, tal vez sea legal, aunque no nos hará falta un juez que nos diga lo que es DECENTE y ÉTICO en política.
Juan Carlos Suárez Trujillo
Secretario de Organización
